tag:blogger.com,1999:blog-34333444153056039512024-03-20T22:12:36.039-07:00A Pray for ForgivenessLeara Martellhttp://www.blogger.com/profile/16248136230436507291noreply@blogger.comBlogger10125tag:blogger.com,1999:blog-3433344415305603951.post-57495186925770314372009-12-04T15:17:00.000-08:002009-12-04T15:22:17.054-08:00Carta a un maltratador<div style="text-align: justify; font-family: verdana;"><span style="font-size:85%;">Me lo quistaste todo </span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrkpvvevr8WwOB7nUxwWoTkZrd-9wJcP95Bx1nHEHRnvI7MmJq9HgtBXMAtmk9acgM74Xavjt-zee35dtjGuHu5Bl6XJuGmPFxaAh7YiSFAp08JoJaRvVTXJ4nbOuhea20FSpLsKZ4V8gB/s1600-h/scars_by_crimsonvisions.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 241px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrkpvvevr8WwOB7nUxwWoTkZrd-9wJcP95Bx1nHEHRnvI7MmJq9HgtBXMAtmk9acgM74Xavjt-zee35dtjGuHu5Bl6XJuGmPFxaAh7YiSFAp08JoJaRvVTXJ4nbOuhea20FSpLsKZ4V8gB/s320/scars_by_crimsonvisions.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5411524813711970690" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">en vida y aún así sigues negándome el consuelo del olvido eterno. Me sumergiste en un mundo de odios y sangre, dolor, lástima y silencios. Me arrebataste a puñetazos mi fuerza y me hiciste débil. Me moldeaste con manos duras y te olvidaste de darme un alma.<br /><span style="font-weight: bold;">No te vi venir o si lo hice, ya era demasiado tarde.</span><br />Mis lágrimas hacían aflorar esa sonrisa arrebatadora tan tuya, mi sangre en tus nudillos te auguraba un buen día y el sonido de mis huesos al romperse era el elixir que te convertía en un hombre. Te regodeabas con mis llantos, suspirabas por mi dolor. Eras fuerte y tu palma abierta contra mi mejilla se encargaba de recordármelo cada mañana.<br />Me redujiste a una mera sombra del enorme resplandor que un día fui. Tú silenciaste la música, vaciaste mi vida y m</span><span style="font-size:85%;">e encerraste en una bonita jaula de cristal con platos que lavar y una falsa felicidad que aparentar frente a los demás. Me impediste gritar y me prohibiste el derecho primordial por la defensa de la vida.<br /><span style="font-weight: bold;">Nunca era suficiente para ti.</span><br /></span><span style="font-size:85%;">Al intentar invocar tu recuerdo, son tus patadas y esa risa febril y despreocupada las que acuden a mi memoria, martirizándome, relegándome a la miseria de la frustración y al odio hacia mi propia persona.<br /><span style="font-style: italic;">¿Por qué lo hiciste?</span><br /><span style="font-weight: bold;">¿Por qué lo permití?</span><br />Como una cruel broma, es ahora, a un solo suspiro de la muerte cuando el valor vuelve a mí y me pide a gritos que escriba esta carta. Huí, me alejé de ti, pero no fue bastante, nunca fue suficientemente lejos. Tu mísero recuerdo, efímero y corpóreo a un mismo tiempo, me persiguió todos estos años impidiéndome forjar una nueva vida. Al cerrar los ojos o al doblar una esquina, siempre estabas ahí y yo volvía a encogerme y a replegarme en mí. El miedo se convirtió en mi compañero eterno y la sonrisa desapareció para siempre de mi vida. En una revelación casi religiosa me di perfecta cuenta de una cosa:<br /><span style="font-weight: bold;">Te odio, tanto o más como me odio a mí misma.</span><br />Si aún no has arrugado este trozo de papel te preguntarás qué es lo que realmente quiero decirte. Tú egolatría te habrá impedido dejar de leer, ansioso por saber lo miserable que fui sin ti. No te lo mereces, pero al menos eso te lo concederé.<br />Sí, he sido miserable.<br />Corrompiste mi alma tanto o más que mi cuerpo. Mirara donde mirase solo era capaz de percibir una agonía constante por una paz vetada para mí. La envidia que sentía por la vida de cualquier desconocido me transformó en un ser huraño al que nadie se quería acercar. Me maldijiste al infierno y te juro por Dios que si es allí a donde he ido a parar, volveré. De eso puedes estar completamente seguro. Volveré y te perseguiré no solo hasta tu muerte, sino durante lo que nos quede de eternidad.<br />Como te dije antes, es irónico que la valentía haya vuelto en lo que posiblemente sea uno de mis últimos alientos, pero eso será lo que me de fuerzas. El rencor alimentará mis ansias de venganza y si solo puedo conseguirla desde la tumba, el Paraíso es un precio que estoy más que dispuesta a pagar.<br /><span style="font-weight: bold;">¿Felicidad? ¿Descanso? ¿Paz? ¿El Maná?</span><br />No los quiero, si esa renuncia me asegura tu condenación a la misma vida vacía y abominable que yo misma he llevado. No hay bondad en mí, ni arrepentimiento, ni mucho menos perdón. Tú me los arrebataste todos y cada uno de ellos a gritos, bofetadas y patadas.<br />Ahora será mi momento triunfal. La orquesta solo tocará para mí y entre gritos ahogados y la tensión por el ansiado solo final, alzaré mi voz y te señalaré con un solo dedo. Cuando el telón baje, será mi cuerpo el que repose inerte contra el suelo, pero el tuyo el que tendrá que enfrentarse a todas esas miradas airadas que te juzgarán y condenarán. Ya no temeré a tu ira, esta vez sí que estaré tan lejos que tu imagen no me podrá alcanzar. E<span style="font-weight: bold;">stiraré mis alas, alzaré el vuelo y alcanzaré la armonía de la condena eterna.</span><br />Y eso, querido, es algo que tú nunca poseerás.<br />Sin firma, ni nombres –sabes perfectamente quién soy –, un hasta luego creo que será lo más acertado.<br />Hasta que nos volvamos a ver.<br /><br /><br /><br /><br /></span><div style="text-align: right;"><span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;">“Un averno sin ti es infinitamente mejor a mil paraísos contigo</span>”.</span><br /></div></div>Leara Martellhttp://www.blogger.com/profile/16248136230436507291noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3433344415305603951.post-74151637082931104662009-11-26T11:38:00.000-08:002009-11-26T11:57:38.984-08:00El canto de la Valquiria<div style="text-align: justify; font-family: verdana;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJXt_6k1I3cznbIv409mhqW4TB7vXSIvASjFwpZK4KGf4BmCPMVHxMPLYVlKZqrPeUaWFsy-zpke4RBjzfihwLzxxTv0iuNxIj3N3151tDbh3ZxRVoGfsCoumfRLBZm_P1pfEFqrYxOp-H/s1600/250px-The_Valkyrie's_Vigil.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 207px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJXt_6k1I3cznbIv409mhqW4TB7vXSIvASjFwpZK4KGf4BmCPMVHxMPLYVlKZqrPeUaWFsy-zpke4RBjzfihwLzxxTv0iuNxIj3N3151tDbh3ZxRVoGfsCoumfRLBZm_P1pfEFqrYxOp-H/s320/250px-The_Valkyrie's_Vigil.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5408502733245234114" border="0" /></a><br /><span style="font-weight: bold; color: rgb(51, 153, 153);">EL CANTO DE LA VALQUIRIA</span><br />Los cuernos de guerra resonaron con fuerza cuando el trueno partió el cielo en dos. Alentando, incitando… adivinando con su melodía macabra la intención que danzaba en </span><span style="font-size:85%;">el aire viciado de la sala.<br /><span style="font-weight: bold;">-Sabes que ya no hay vuelta atrás, ¿verdad? </span><br />Posó dos dedos largos y fríos bajo el mentón de su cautiva y la obligó a mirarlo directamente a los ojos.<br />El hielo que descubrió en ella lo abrasó.<br />-¿Por qué lo has hecho? –exigió con rudeza, soltándola en el acto, temiendo por un momento que la debilidad que la muchacha ejercía en su cuerpo inmortal se hubiera hecho demasiado evidente para el resto de los presentes. -¿Por qué has tenido que ser tan estúpida?<br />El hombre se incorporó dándole deliberadamente la espalda. En el silencio de la estancia, el poder fluyó a través del hombre y un estremecimiento general recorrió a los demás seres que esperaban el castigo de la condenada. Pensamientos</span><span style="font-size:85%;"> sin palabras, hechos sin voz… una pasión dormida y una cruel traición.<br /><span style="font-weight: bold;">-¿Acaso importa ya lo que diga, Padre? </span>–susurró la muchacha con las pocas fuerzas que le quedaban.<br />La indignación se elevó entre los presentes en forma de miradas acusadoras y susurros lo suficientemente altos como para dejar constancia de su presencia. La joven trató de ponerse en pie, pero perdió el equilibrio y volvió a caer de bruces al suelo con las manos atadas a la espalda, estrellando su rostro roto y magullado contra el mármol.<br />-¿Lo oís? –una risa débil se escapó de entre sus labios, tornándose gemido hacia el final cuando las costillas amenazaron con perforarle desde dentro. –Claro que lo hacéis. Odín lo oye todo, ¿no es así? ¿Cuánto creéis que tardarán en entrar y reclamarme?<br />Odín, dios de dioses, siempre altivo e imperturbable</span><span style="font-size:85%;">, vaciló. A su señal, varios de sus hijos salieron por las enormes puertas de mármol negro para unirse a Thor en la tormenta de sangre que se estaba librando fuera. Un niño se reunió con el Dios en el centro de la habitación, ante la atenta mirada del resto de los dioses.<br /><span style="font-weight: bold;">-Padre, creo que deberíamos… </span><br />-Cállate Balder. Déjame pensar.<br /><span style="font-weight: bold;">-No tenéis mucho tiempo para hacerlo, majestad </span>–el muchacho se acercó al cuerpo inmóvil de la chica y la acarició, tomándola entre sus brazos y enderezándola con sorprendente facilidad pese a la diferencia de tamaños. Mientras hablaba, no apartó su mirada de sus ojos azules –<span style="font-weight: bold;">Devolvámosla. Loki sólo ansía que le sea devuelta. Expulsé</span></span><span style="font-size:85%;"><span style="font-weight: bold;">mosla de Asgard, desterrémosla a los páramos más sombríos del Niflheim, incluso el Inframundo será un lugar demasiado benevolente para ella. Esa es la única oportunidad que nos queda, mi señor. </span><br />-Sí, es posible, aún así… -comenzó Odín, pero la mano de Frigga, su esposa, sobre su brazo le hizo detenerse y prestar atención a la bóveda de cristal que se erguía sobre sus cabezas. El palacio entero se estremeció en un terrible presagio. –Los gigantes deben de haber superado las barreras de Thor.<br />-Los gigantes no son los únicos que luchan esta guerra, padre –todos los dioses se volvieron hacia ella. A excepción del joven Balder, incapaz de apartar la mirada del cielo que se dibujaba sobre sus cabezas. -¿A quién crees que rinden fidelidad y obediencia los miles de guerreros que he levantado del campo de batalla? ¿Al Dios demasiado ocupad</span><span style="font-size:85%;">o como para recibir a sus hijos, muertos por gracia del acero, o a los labios que le han devuelto la vida, las manos que han sanado sus heridas, la voz que les ha prometido el Valhalla?<br /><span style="font-weight: bold;">-¡Maldita seas, Lenäh! </span><br />-No puedes culpar al lobo de comerse al cabritillo, padre. Y mucho menos cuando fuiste tú quién lo creó para ello. Está en su naturaleza, lo mismo que lo estaba en la mía. Para que haya un comienzo, antes debe haber un final.<br />Los dioses que aún quedaban en la sala del trono d</span><span style="font-size:85%;">esenfundaron sus armas y cercaron a su señor. La estancia al completo se sacudió de nuevo, haciéndoles aún más difícil seguir manteniendo el equilibrio. El mármol que los separaba del exterior se rompió en pedazos y Mjolnir, el martillo sagrado de Thor, irrumpió en la sala y se estrelló contra la pared del fondo, agrietándola. No había rastro del dios por ningún lado, sólo una risa enloquecida dejaba adivinar un futuro nada esperanzador.<br /> <br /></span><br /><span style="font-size:85%;"><br />Recuerda perfectamente cómo empezó todo. Se rompió su rutina, abrió los ojos al mundo exterior, se le mostró que el prisma del universo era tan variable como ojos había para observarlo. Un fuego enorme, una gran fogata capaz de calentar a centenas de campañas con más de mil soldados cada una y en cuestión de segundos, ella había pasado de ser una diosa a convertirse en una luciérnaga. De inmortal a insecto. De cazador a presa. De verdugo de hierro y condescendencia a reo débil y mortal. Maravillada, curiosa, eclipsada… no le quedó más remedio que arder. Una y otra vez, noche tras noche, día sí y día también.<br /><span style="font-weight: bold;"> -No deberías estar aquí </span>–sentenció aquella prime</span><span style="font-size:85%;">ra vez.<br />Bajó de su caballo, se quitó el yelmo y lo dejó sobre la silla de montar. Sin quitarle los ojos de encima al intruso, paseó entre los cadáveres de los hombres que acaban de morir por salvaguardar el honor de una nación, algún rey o posiblemente una dama de buen busto y mejores posaderas.<br />Él le sonrió de medio lado con un brillo en los ojos que disparó el sentido de alarma de la valquiria. Uno de aquellos infelices aún respiraba a sus pies, sus pulmones clamaban un aire que ya no estaba reservado para él. Lenäh se llevó la mano a la empuñadura de la espada atada a su espalda y de un movimiento limpio y rápido la hundió en el corazón del guerrero.<br />Ni siquiera el dolor que quedó grabado en su rostro consiguió conmoverla.<br />-¿Vas a concederle la vida eterna? ¿Merece este hombre tu perdón? –sin saber cómo, aquel ser molesto estaba tan cerca de su espalda que su aliento le lamió la piel.<br />La muchacha se volvió. </span><br /><span style="font-size:85%;">-Era un borracho y un estúpido. No un guerrero. No merecía ni siquiera la gracia que me he atrevido a darle.<br />Perezoso, Loki se dedicó durante minutos enteros a analizarla de arriba abajo. Y lo que vio le gustó.<br />-¿Qué haces entonces aquí si ninguna de estas almas pisará jamás el Valhalla?<br />-Allí donde el hombre derrame sangre, una valquiria acudirá. Es la ley divina, la palabra de Odín.<br />-Y apuesto a que ninguna de vosotras jamás se ha atrevido a cuestionarse esa… ley.<br />Lenäh lo miró sin comprender.<br />¿Cuestionar a Odín? ¿Su padre? ¿Su rey? ¿Su Dios? ¡Jamás!<br />El castigo por tal atrevimiento y estupidez sería, casi con total seguridad, la mortalidad. Dolor, hambre, enfermedad… padecer los males de los hombres, ser una de ellos. Envejecer lentamente y morir en una fracción de segundo. Sentirse desbord</span><span style="font-size:85%;">ada por los sentimientos irracionales de los que los humanos hacían gala, por la estupidez que te llevaba a matar a un amigo, un hermano, un hijo.<br />¡Jamás!<br /><span style="font-weight: bold;">-No deberías estar aquí </span>–dijo en voz alta, endureciendo el mentón y retrocediendo un paso. Tanta proximidad la empezaba a poner nerviosa. –<span style="font-weight: bold;">A Odín no le gustará saber que has venido a molestarme. </span><br />Loki recortó la distancia una vez más y con una naturalidad que la paralizó tomó uno de sus rizos dorados y lo enrolló en su dedo, obligándola a que acercara su rostro un poco más.<br />-Entonces deja que esto sea un secreto entre nosotros dos.<br />La transición entre el campo de batalla y la cama era es algo que estaba más difuso en su memoria. Ella se resistió, podría jurarlo, aunque no estaba seg</span><span style="font-size:85%;">ura de que alguien la creyera si lo hacía. Cada vez que ella abandonaba el resguardo de Asgard y bajaba a Midgar en busca de almas fuertes y merecedoras del honor que ella otorgaba, Loki ya estaba allí esperándola y la torturaba. Palabras que olían a engaños, manos diestras en anatomía, ojos embaucadores y labios retadores… eso, en esencia, era el Dios de la Locura.<br /><span style="font-weight: bold;">-Dime, Lenäh, ¿qué he de hacer para que, además de mi cama, compartas también mis sueños?</span><br />Ella se giró hacia el lugar de dónde provenía la voz. Desnuda ante la ventana, miraba la luna y a los granjeros recoger a los animales en el establo antes de irse a dormir. Cada día una posada distinta, un pueblo diferente, mortales olvidados, mujeres generosas ofreciéndoles “cualquier cosa que pudiera desear los señores”. Posadas baratas y con olor a moho, en su mayoría. Lugares en donde a ningún dios entrometido se le ocurriría mirar. </span><br /><span style="font-size:85%;">Loki le tendió la mano, instándola a que se acercara de nuevo.<br />-Hoy he hablado con Brunilda –el dios no parecía demasiado sorprendido por esa revelación. –Está preocupada por mí. Dice que he cambiado.<br />Con pasos lentos, la valquiria se alejó de la luz de la luna y se acercó al montón de paja húmeda que les servía de colchón. Loki la tomó de la cintura y la colocó entre sus piernas, mientras se metía uno de sus pechos en la boca. Seguía hambriento. Él siempre lo estaba.<br />-Estoy cansada de caminar sobre la Tierra envuelta en sangre y destrucción. Ajena a la vida, sólo conozco la servidumbre a mi señor padre, Odín y a Freya. Soy el más cruel instrumento del Destino, una mera excusa para que los hombres se den muerte los unos a los otros, una promesa vacía de riquezas y goces carnales. No es suficiente.<br />Loki se separó de ella y la miró a los ojos. Exigente, po</span><span style="font-size:85%;">deroso, enfebrecido de deseo.<br />-Dime lo que quieres y te lo concederé, Lenäh –susurró, arrastrándola de vuelta a la cama, aprisionándola bajo su cuerpo.<br />-¿Qué es lo que podría querer yo en mi situación, mi señor? –separó las piernas. Invitándolo. –Una vida nueva. Un comienzo distinto y un Destino que no esté escrito por nadie salvo por mí misma.<br />-Sólo hay una palabra para eso…<br /><span style="font-weight: bold;">-¿Una palabra? ¿Y cuál es? </span><br />No hicieron falta más palabras de las dichas para que la comprensión anidara en ella. Cuando al fin ambos se convirtieron en uno, la claridad la golpeó con fuerza en pleno rostro. Antes de dejarse llevar y de sumirse en el placer extático del fuego y el deseo, una duda la asaltó: ¿Sería aquello lo correcto?</span><br /><span style="font-size:85%;"> Luego los labios de Loki la obligaron a olvidarse del mundo y dejar a un lado tanta divinidad para gozar del más mortal de los placeres.<br /><br /><br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW29BMFxwO7TT-AL9f4-XGNZtSbELss_1VLWu6TLDadF5fbQgMaD1s9GMEnNSKufECJPd8YbI-dEqJnmxZ3ToCBxnlQUn6a0CRqmZvQzrH2yHQyDFkAJKCksZYqUAGo29lN6zpxjak-xJn/s1600/10524727_0c3bb62fc4_o.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 226px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW29BMFxwO7TT-AL9f4-XGNZtSbELss_1VLWu6TLDadF5fbQgMaD1s9GMEnNSKufECJPd8YbI-dEqJnmxZ3ToCBxnlQUn6a0CRqmZvQzrH2yHQyDFkAJKCksZYqUAGo29lN6zpxjak-xJn/s320/10524727_0c3bb62fc4_o.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5408503079161057026" border="0" /></a><br /><span style="font-size:85%;">-Creo que tienes algo que es mío, Odín –cubierto de sangre, Loki atravesó la entrada con un par de zancadas, con la lanza en la mano y la comisura de sus labios goteando sangre. Ajena, seguramente.<br />-¿Qué crees que estás haciendo, Loki? –rugió el dios mientras sus iguales tenían que vérselas con gigantes y monstruos engendrados en el mismísimo infierno. -Vas a condenarnos a todos, ¿y por qué? ¿Por encapricharte de una de mis valquirias?<br />Odín se dirigió de nuevo al bulto inmóvil que estaba tirado en el suelo y la alzó a pulso, hasta que sus rostros quedaron a la misma altura. La tranquilidad que reflejaba el de ella lo enfureció. ¿Es que acaso era incapaz de comprender que si Odín moría todos los demás lo seguirían? ¡Incluidos ellos mismos!<br />-Necesito una explicación. ¡Te exijo que me des una! Si alguna vez sentiste el más mínimo respeto por tu padre, dímelo.<br />En su camino hacia la pareja, Loki cercenó la cabeza de Balder con su lanza. Las palabras del niño jamás llegaron a abandonar su cuerpo. Mientras, una de las mascotas de Loki rugió con fuerza a lo lejos, al tiempo que los guerreros de Lenäh caían a pares ante los estacazos de los guardianes de Odín.<br /><span style="font-weight: bold;">-¿Qué mentiras te contó? ¿Qué te ha prometido Loki para que traiciones incluso a tu familia?</span><br />-Ya te lo he dicho, padre. Fuiste tú quien me creaste para esto. En tu interior sabías que algún día este momento llegaría. Debemos borrarnos de la existencia y tener fe en que tendremos la suerte de renacer en otro tiempo, en otro lugar. Quizás incluso nos lleguemos a encontrar de nuevo.<br />-Eres una estúpida. ¿Todo esto por qué? –abarcó con su mano los gritos y los cuerpos moribundos e inertes que yacían en el suelo. -¿Por amor?<br />-Es mucho más que amor, mi señor –su tono no varió, ni siquiera cuando vio a Loki justo detrás de su padre alzando su lanza con la intención de dar el golpe de gracia. –Más que pasión, deber u honor. Sobrepasa el entendimiento y no le rinde cuentas al Destino. Nació en el principio de los tiempos, seguro de que algún día volvería para cobrarse la deuda.<br />-¡Déjate de acertijos y dime de una maldita vez qué es lo que te trajo hasta aquí! Una palabra, una sola…<br />Lenäh se inclinó hacia delante, dejando sus labios a escasos centímetros del cuello de su padre. Su voz lo envolvió con el halo venenoso de una cobra.<br /><span style="font-weight: bold;">-Ragnarök…</span> -susurró antes de que el cuerpo de Odín se retorciera de dolor y maldijera a los cielos por su muerte.<br />Loki cortó las ataduras que mantenían cautiva a la guerrera y la ayudó a levantarse, entregándole la lanza aún teñida con la sangre no tan inmortal de Odín.<br />-Te dije que te daría cualquier cosa que me pidieras y aquí lo tienes.<br />-¿Volveremos a vernos en la otra vida?<br />-¿Quién dice que vaya a haber “otra vida”? Dudo que nos la merezcamos –la besó con fuerza, desgarrándola. Tomando de ella más de lo que cualquier persona pudiera dar. –Hemos pecado, Lenäh, y no me queda poder ni magia para un deseo más.<br />Hacia el ocaso, dos cuervos alzaron el vuelo y entre sus alas negras llevaron la perdición que dominaría al resto del mundo.<br /></span></div>Leara Martellhttp://www.blogger.com/profile/16248136230436507291noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3433344415305603951.post-82927740615794908912009-11-14T10:22:00.001-08:002009-11-14T10:25:54.465-08:00Premio por El Espejo<span style="font-size:85%;"><br /></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Mañana publicaré historia nueva, pero hoy quiero dejaros un premio que me acabo de enterar que he ganado. El relato que presenté fue el de EL ESPEJO, que podéis leerlo un poco más abajo. </span><br /><br /></div><span style="font-size:85%;">Gracias Mariana, desde </span><a href="http://libellula-escritos.blogspot.com/"><span style="font-size:85%;">El escritorio de la libélula</span></a><br /><a href="http://libellula-escritos.blogspot.com/"><br /><br /><br /></a><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmOC1CpJBh9K3Eyw1cR44U97uF0NRSY6rwwd46A9HQ9tCOqlxVHm2xmN-TH251j-ZstL_ANyYrfNjqFUvNl0PRkBaL0P_TDCfFPokM1x8UgfX87ixw30eAax_jKw7utmyLqvbwddMzLx_Y/s1600-h/bannerespejo.png"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 180px; height: 150px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmOC1CpJBh9K3Eyw1cR44U97uF0NRSY6rwwd46A9HQ9tCOqlxVHm2xmN-TH251j-ZstL_ANyYrfNjqFUvNl0PRkBaL0P_TDCfFPokM1x8UgfX87ixw30eAax_jKw7utmyLqvbwddMzLx_Y/s320/bannerespejo.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5404026669183679842" border="0" /></a>Leara Martellhttp://www.blogger.com/profile/16248136230436507291noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3433344415305603951.post-63341216096059767602009-10-18T12:14:00.000-07:002009-10-19T11:48:37.048-07:00La Bruja y el Dios<span style="font-weight: bold; color: rgb(153, 51, 153);">LA BRUJA Y EL DIOS</span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7JYt3HG_q4xZMlq_Xnw-TN4bZ9_yy_Mau5cbY-JQXEvotP7lbiUBnvqC6IOO5oSpruPlOxPTYVHvvdK_bL2nKecdfC3vv2xdU_6dX9eNzmVkvnSK8Vtg2tw0vnnLUPwbj07naKjBsRKi_/s1600-h/_Witch__by_Iness69.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 222px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7JYt3HG_q4xZMlq_Xnw-TN4bZ9_yy_Mau5cbY-JQXEvotP7lbiUBnvqC6IOO5oSpruPlOxPTYVHvvdK_bL2nKecdfC3vv2xdU_6dX9eNzmVkvnSK8Vtg2tw0vnnLUPwbj07naKjBsRKi_/s320/_Witch__by_Iness69.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5394021439231785890" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;">Oigo el aullar del lobo más allá de las colinas y sonrío mientras mantengo mis ojos cerrados para evitar que éstos quiten protagonismo al resto de mis sentidos. Unas manos ágiles se deslizan por mi cuerpo, despojándome de mis ropas, preparándome para el ritual. Llevo años preparándome para esto y no sé si los nervios me dejarán disfrutar del momento.<br /><span style="font-weight: bold;">La pintura es fresca y mi piel se rebela a su contacto. </span>Signos paganos cubren ahora mi cuerpo contrastando su palidez con mi piel de ébano. Siempre supe que nací de una noche como esta y que toda mi vida viviría para ella.<br />Los tambores ceremoniales se alzan ya sobre el silencio, mis hermanas están cumpliendo con su función. Es la hora de que yo cumpla con la mía.<br />-Ya estamos todas listas.<br /><span style="font-weight: bold;">-Ya voy madre.</span><br />Todas salen de la improvisada tienda, mientras me dejan unos minutos a mí, a la elegida, para que ponga en orden todos mis pensamientos y quede libre de mis pecados. Según la costumbre, ahora debería estar muerta de miedo por lo que está a punto de pasar pero lo curioso es que no lo temo, es más, estoy deseosa, llevo años estándolo. No puedo esperar.<br /><span style="font-weight: bold;">Me dirijo hacia la puerta y aparto de un manotazo ambas telas. </span>Soy la protagonista y nadie me va a robar mi entrada triunfal. Veo como las demás bailan frenéticamente alrededor del fuego. Me deslizo lentamente hasta ellas, deleitándome con cada paso que doy y que más me acerca a él. En cuanto me ven se detienen y respetuosas se inclinan ante mí. Todo está a punto de comenzar.<br />-No debes tener miedo –susurra una anciana voz a mi lado.<br /><span style="font-weight: bold;">-No lo tengo.</span><br />-¿Tienes claro a qué Dios te vas a encomendar?<br /><span style="font-weight: bold;">-Ya lo creo que sí.</span><br />Se acabó la charla. No quiero más contacto con este mundo. Me dirijo hacia el centro del círculo y miro al fuego. Las grandes piedras sagradas de nuestros ancestros nos rodean y saco de ellas las fuerzas para continuar. Todo el mundo aguanta en silencio la respiración, temerosos de que no funcione mi atrevimiento.<br />Al igual que mi madre y la suya antes que ella, al igual que todas las hermanas que me rodean, la mayoría piensa que yo también debería encomendarme a Hécate diosa de la feminidad, pero sé que ella no es para mí. Tengo reservado un futuro mucho más grande.<br />Ya no solo se escucha aullar a un lobo solitario, toda la manada intenta animarme a continuar y me dan la bienvenida. Miro al cielo, aún con los ojos cerrados y noto las ligeras gotas de lluvia recorrer todo mi cuerpo desnudo. <span style="font-weight: bold;">Me están limpiando el alma y arrastrando la pintura convirtiendo mi piel en un borroso <span style="font-style: italic;">collage.</span></span> Respiro hondo, se acabó la espera.<br />Sé que mi boca expulsa palabras pero no tengo ni idea de lo que estoy diciendo. Las miro, el aquelarre entero está pendiente de mi decisión. Algunas me miran con miedo, en otras puedo adivinar fascinación. Y entonces le veo, entre las llamas del fuego. Mi amado Dios me llama y yo acudo sin demora, adentrándome entre las llamas, dejando que sus múltiples lenguas recorran cada centímetro de mi frágil piel.<br /><span style="font-weight: bold;">Lejanos, muy lejanos, escucho gritos de terror, pero ellos ya no importan.</span> Lo único que sé es que él me tiene entre sus brazos, besando mi cuello, explorando con dedos ágiles mi cuerpo. Gozo y jadeo. Soy suya y él me está tomando sin ningún tipo de miramiento. Noto como cada célula de mi ser responde gustosa a sus sinuosas caricias, como mi lengua busca desesperadamente la suya, como mis manos ansían su cuerpo.<br />No hay más fuego, sino un simple altar bajo nuestros lujuriosos cuerpos. Ambos estamos allí, a los ojos de todas las demás. Noto sus miradas desconcertadas y envidiosas. Él me ha aceptado bajo su manto, ninguna mujer antes había tenido tal privilegio. Según dicen, nosotras no estamos preparadas para la guerra aunque eso no parece importarle lo más mínimo ahora. <span style="font-weight: bold;">De ahora en adelante seré su emisaria, seré su ángel de la muerte. </span><br />Mis uñas se hunden en su espalda tan fuertes que seguramente dejarán marca. Nuestras lenguas siguen clamando la primacía en aquel apasionado juego de besos que ambos nos regalamos. No sé cuánto tiempo llevamos así, para mí el tiempo ha perdido todo su significado. El ritmo de la noche aumenta y mi espalda se arquea contra el frío mármol que nos sostiene. Vuelvo a gritar inmensamente feliz porque al fin soy suya. Ahora y siempre. Cuando él me quiera allí estaré.<br /><span style="font-weight: bold;">Un grito.</span><br />Una sonrisa placentera.<br /><span style="font-weight: bold;">Un lazo de unión.</span><br />Dos cuerpos en perfecta comunión.<br /></div>Leara Martellhttp://www.blogger.com/profile/16248136230436507291noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3433344415305603951.post-62164065940632959322009-10-09T11:57:00.000-07:002009-10-09T12:15:41.209-07:00Hedonismo Extásico<div style="text-align: justify;"><span style="font-weight: bold;">Por sugerencia de </span><a style="font-weight: bold;" href="http://minigami.livejournal.com/">minigami</a><span style="font-weight: bold;"> he escrito este relato con la canción </span><a style="font-weight: bold;" href="http://www.youtube.com/watch?v=dLL2jkD-RZE">Time is running</a><span style="font-weight: bold;"> out de Muse. Como siempre, aconsejo tenerla de fondo mientras se lee.</span><br /><span style="font-weight: bold;">Además quiero regalarme el relato a mi amigo Osete. Dios sabe que se lo debo desde hace tropecientos años y espero (sé) que te va a gustar.</span><br /><br /><br /><span style="font-weight: bold;">HEDONISMO EXTÁSICO</span><br /><br />El agua fría ayudó en cierta m<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK-UaCEWGSU9g8mg6v-qPcFtnTi33wCWX-6gpdUHEOaZDF5ULUuErIgKX4BZ7_lJV0GLC4hT9Q_6ORbkbDYq1rYBWUENP9wGFGsZp6L72CAvmogzL6dweLuDjPMTnQl-viMrQyYCElEZrP/s1600-h/extasis.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 320px; height: 213px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK-UaCEWGSU9g8mg6v-qPcFtnTi33wCWX-6gpdUHEOaZDF5ULUuErIgKX4BZ7_lJV0GLC4hT9Q_6ORbkbDYq1rYBWUENP9wGFGsZp6L72CAvmogzL6dweLuDjPMTnQl-viMrQyYCElEZrP/s320/extasis.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5390678402258428274" border="0" /></a>edida a superar los estragos que una noche de insomnio hacían en su cuerpo. No se miró una segunda vez en el espejo, espantado por su desastroso aspecto. En cambio, dejó caer la toalla mojada al suelo y salió del baño, desnudo y libre. Vivo y ansioso. Cansado y terriblemente excitado.<br />Tomó el mando del estéreo de una de las mesitas del salón y lo encendió. Pronto las palabras perdieron su significado, los recuerdos se mezclaron con sus deseos y su imaginación hizo el resto.<br /><span style="font-weight: bold;">Completo. Satisfecho. Saciado.</span><br />Sí. Era una completa delicia sentirse así.<br />Se sirvió una taza de café y repasó con ojo crítico las fotografías que había tomado anoche en el estudio. No pudo evitar acariciar un par de ellas. Delinear lentamente su rostro plasmado en el papel, poseer aquella mirada ambarina y fría, grabar a fuego su pelo, sus piernas, su grito silencioso…<br /><span style="font-weight: bold;">Él era un genio y ella su más tierna obra.</span><br />Había gritado su nombre, luego susurrado y más tardes las lágrimas le habían demandado que terminara el trabajo. Una muñeca y él el titiritero. Un simple mortal jugando el papel de Dios, alcanzando un paraíso repleto de serpientes y manzanas.<br /><span style="font-style: italic;">-¿Hay más café?</span><br />Apartó su mirada de las fotografías, molesto por aquella interrupción. Su compañero, al contrario que él, había considerado que las nueve de la mañana era buena hora para llevar pantalones y camiseta. Y dio gracias por ello. Lo miró durante un par de minutos, mientras el muchacho recorría la cocina abriendo muebles y sirviéndose como si estuviera en su propia casa. ¿Cuándo demonios había cogido el teléfono y lo había llamado? ¿Hasta qué punto había llegado anoche para que él ahora estuviera en su casa, <span style="font-weight: bold;">recién duchado</span> y con los<span style="font-weight: bold;"> labios hinchados</span>?<br /><span style="font-style: italic;">-¿No tienes trabajo esta mañana? </span>–recogió de mala manera las fotos que tenía esparcidas sobre la mesa y se puso en pie.<br /><span style="font-style: italic;">-No. Cambié mi turno con Arturo, pensé que querrías pasar la mañana juntos.</span><br />La mirada escéptica del anfitrión no dejó lugar a dudas. Sin dedicarle un segundo más de su tiempo, salió de la cocina antes de que ese niñato insufrible le arruinara el buen humor de aquella mañana.<br />No escuchó la réplica de su compañero, ni mucho menos el golpe de la puerta al cerrarse. Sumergido de nuevo en aquel hedonismo sin control, todo dejó de tener sentido y valor. Se acarició el torso, llevando sus manos hasta su cuello y apretándolo, aumentando de alguna manera su excitación. <span style="font-weight: bold;">Su pelo revuelto, sus ojos nublados por el deseo, el cuerpo entero temblando de expectación…</span><br /><span style="font-style: italic;">-Ya llego…</span><br />Entró a su estudio y cerró la puerta con llave tras de él, librándose así por unos minutos de ese estúpido mundo cargado de moralidad, donde no podía ser quién realmente era.<br />Cogió la cámara y se la colgó al cuello. Se la acercó al rostro y enfocó. Era tan hermoso y estimulante… el miedo que adivinaba en sus ojos, los jadeos que escuchaba a través de la mordaza, las súplicas que le gritaba sin palabras, las promesas de silencio que auguraba, los favores que estaría dispuesta a hacerle si sólo…<br />Alargó la mano y le acarició el rostro, enroscando uno de sus mechones rojos entre sus dedos.<br />Ella se acercó aún más a su contacto.<br />Lástima que tuviera que convertirla en su <span style="font-weight: bold;">Ofelia Inmortal</span> para su siguiente sesión. La atraparía para siempre, como antes atrapó a otras.<br /><span style="font-weight: bold;">Adoración.</span><br /><span style="font-weight: bold;">Necesidad.</span><br /><span style="font-weight: bold;">Sumisión.</span><br />Él jamás sería su <span style="font-weight: bold;">Noble Abelardo.</span><br /></div>Leara Martellhttp://www.blogger.com/profile/16248136230436507291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3433344415305603951.post-66955675616415297992009-09-29T11:31:00.001-07:002009-09-29T11:40:14.732-07:00Decadencia<div style="text-align: justify;"><span style="font-weight: bold;">Segunda propuesta. Esta vez de parte de </span><a style="font-weight: bold;" href="http://www.laalcobadelabruja.blogspot.com/">Nolwenn </a>. <span style="font-weight: bold;">Por más que te empeñes voy a seguir llamándote así. </span><br /><span style="font-weight: bold;">El tema: </span><a style="font-weight: bold;" href="http://www.youtube.com/watch?v=6sKoSwgMG-g">Part of the Queue - Oasis</a><span style="font-weight: bold;">. </span> <span style="font-weight: bold;">Como la última vez, recomiendo escuchar el tema de fondo al leer el texto. </span><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">DECADENCIA</span><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhl2Jg_kFnFwm5vPYjcLRDFOd2K9PGiW6a0sAYrmFtbhSsdZRjeOhSSjSKyIELhXh-uVDThG92rXRPyuyVFAl2uSwSatMCYd6wT0POZFSuWPIja4ikmiIi_9A3lNzbDIP4axWyqzAID2Faz/s1600-h/9069_photo.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 320px; height: 319px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhl2Jg_kFnFwm5vPYjcLRDFOd2K9PGiW6a0sAYrmFtbhSsdZRjeOhSSjSKyIELhXh-uVDThG92rXRPyuyVFAl2uSwSatMCYd6wT0POZFSuWPIja4ikmiIi_9A3lNzbDIP4axWyqzAID2Faz/s320/9069_photo.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5386960302551087682" border="0" /></a><br />Tirado sobre el suelo y desnudo, se sentía más vivo de lo que lo había estado en toda su vida. El mundo había pasado de ser una ilusión real llena de normas y estúpida moralidad, a ser colores mezclados entre sí, sombras en movimiento y el aroma de la libertad. Jamás se había sentido tan bien, ni la primera vez que había besado a una chica ni cuando le hizo el amor, ni siquiera la primera vez que se subió al escenario y vio a la multitud <span style="font-weight: bold;">coreando su nombre.</span><br />Marcó con sus dedos el compás de la canción que sonaba en su cabeza. Nadie se había despertado aún y el olor de la carne pasada desde hacía tres días era insuficiente para acabar con el buen humor con el que él había vuelto a la vida.<br /><span style="font-style: italic;">-The streets and the thousands of colours all bleed into one</span> –tarareó.<br />Una mano pequeña y fría se deslizó cadera abajó. Aún con los ojos cerrados, él sonrió, satisfecho consigo mismo y con el éxito que había alcanzado en tan poco tiempo. Otra mano también tocó su piel desde el otro lado. El tipo sólo se dejó hacer mientras seguía inmerso en <span style="font-weight: bold;">su música… su sueño… su realidad.</span><br />Ahora que ya estaba allí, el camino que había recorrido no le parecía tan difícil. Noches de frío bajo la lluvia después de tocar en un bar de pueblo, hambre cuando sus letras no eran suficiente para alimentarlo, frialdad en el rechazo de hombres y mujeres. Todo eso ya había quedado atrás. Su rostro era el que ahora ellas deseaban y ellos envidiaban. Su voz la que hacía temblar más de una rodilla. <span style="font-weight: bold;">Y sus acordes los que mojaban alguna que otra braga.</span><br />El éxtasis volvió en forma de fuegos artificiales y viajes astrales.<br />-¿Dónde está? –susurró una de las rubias junto a su oreja.<br />Él se movió sin hacerle apenas caso.<br />¿Eran palabras eso que ella pronunciaba o simples ideas de una mente a otra? ¿Era esto lo que sentía Kesey en sus múltiples <span style="font-style: italic;">viajes</span> con sus <span style="font-weight: bold;">Alegres Bromistas</span>?<br />¡Era una jodida maravilla!<br />-¡Que dónde está! –volvió a repetir con más fuerza.<br />Estaba enfadada, desesperada, pero eso a él le dio igual.<br />-Me tomé el último pico hace un rato.<br />-¡¿Qué?!<br />-¿No es maravilloso?<br /><span style="font-weight: bold;">Porque ya no le hacían faltas las manos de una mujer para conseguir placer…</span><br /><span style="font-style: italic;">Porque su percepción había aumentado y ahora el mundo era un lugar maravilloso lleno de elefantes rosas…</span><br /><span style="font-weight: bold;">Porque había hecho de la música su vida y su vida lo había llevado hasta </span><span style="font-style: italic;">ella</span><span style="font-weight: bold;">…</span><br /><span style="font-style: italic;">Porque ahora él era invencible e inalcanzable. En lo alto de la ola…</span><br /><span style="font-weight: bold;">Y porque en aquel estado, las leyes de la física le importaban una mierda. Él no caería, no sucumbiría, sus quince minutos de fama durarían para siempre…</span><br /></div>Leara Martellhttp://www.blogger.com/profile/16248136230436507291noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3433344415305603951.post-44611982441923382992009-09-25T10:10:00.001-07:002009-09-25T10:24:37.500-07:00La lágrima del Polichinela<span style="font-weight: bold;">Empezamos con las recomendaciones musicales. Este primero es cortesía de </span><a style="font-weight: bold;" href="http://philharmonie.livejournal.com/">Philharmonie</a><span style="font-weight: bold;">. </span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">-La canción: </span><a style="font-weight: bold;" href="http://www.youtube.com/watch?v=JZAOftZ5tAE&feature=fvw">Ruby Tuesday </a><span style="font-weight: bold;">de Los Rolling. Aconsejo leer el texto con la canción de fondo. </span><br /><br /><br />-¿Dónde estoy? –sus<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggU0150XCUMpQYhMmFFHxEXC5_bbZpiNTL6EKvo28g7ZDt-1NoKtltyvkK_wnXEdmelOBqflv94Vd9GW3ReHQOP5B8N-I8hp6SjanLFTooS9WcCCudIAdV8RuHbYNwi0j9MTcmP1I5y2Nh/s1600-h/sad-clown.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 214px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggU0150XCUMpQYhMmFFHxEXC5_bbZpiNTL6EKvo28g7ZDt-1NoKtltyvkK_wnXEdmelOBqflv94Vd9GW3ReHQOP5B8N-I8hp6SjanLFTooS9WcCCudIAdV8RuHbYNwi0j9MTcmP1I5y2Nh/s320/sad-clown.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5385453689980717186" border="0" /></a>urró con cierto temor.<br />El ruido de unos pasos a su espalda le hizo girarse. El miedo infantil a la oscuridad pronto quedó sustituido por la sorpresa y la fascinación ante el hombre que encontró. Sonreía, de una manera extraña y triste, pero eso el niño no lo notó.<br />Se acercó hasta él y lo miró de arriba abajo, escrutándolo, trabajando para que su limitado entendimiento pudiera encontrar una explicación a porqué un payaso se encontraba frente a él en una habitación a oscuras. Una habitación sin paredes ni límites que él pudiera determinar. El niño alzó el brazo y tocó la pintura blanca de la cara del hombre, borrando con su dedo la lágrima negra dibujada bajo su ojo. Dio un paso atrás y sonrió satisfecho ante lo que había hecho.<br /><span style="font-weight: bold;">-¿Estás triste? </span>–su voz era quizás demasiado chillona para su corta estatura, pero eso no evitó que la sonrisa de medio lado del desconocido se ampliara.<br />Él negó con la cabeza.<br />-Entonces no deberías llorar.<br />-No lo hago –le respondió con una reverencia.<br />Era un payaso extraño, pensó el chiquillo. Un payaso incapaz de hacer reír.<br />-Sí que estabas llorando –el niño levantó su dedo manchado de blanco y negro y se lo mostró. Su tono de voz cambió. <span style="font-weight: bold;">-¿Vas a decirme ahora dónde estoy? Quiero volver con mi mamá. </span><br />El payaso lo miró a los ojos y lo atrapó en ellos. Sus manos comenzaron a moverse con rapidez y movimientos exagerados y deliberados, tal y como lo haría un mago con chistera encima de un escenario. Curioso, el niño lo miró mientras sus ojos seguían aquella danza frenética y enigmática. Los guantes blancos hablaron sin palabras, prometieron sin voz, se retorcieron y la sonrisa mellada del muchacho le confirmaron que habían cumplido su misión. En sus manos, un muñeco de trapo con un solo ojo y ajado apareció.<br />-¡Martín! –gritó el niño y se lanzó a por él.<br />Sin poder creérselo, lo tomó entre sus manos y lo alzó. Lo acunó en sus brazos y lo acarició con una devoción que conmovió al payaso. Dos lágrimas solitarias resbalaron por las mejillas pálidas y frías del niño.<br />-Creía que mamá lo había tirado hace tiempo.<br /><span style="font-weight: bold;">-Lleva esperándote mucho tiempo. Aquí. Sabía que volverías a por él</span> –se arrodilló frente al niño y esta vez fue su turno de borrar las marcas saladas de aquel rostro salpicado de pecas. -¿Por qué lloras? Creía que esto te haría feliz.<br />-Soy feliz –dijo llanamente. –Aunque sé que no debería. Mamá se va a enfadar conmigo. Me repitió… -sin resistirlo más rompió a llorar con fuerzas, allí plantado, indefenso y sin la seguridad con la que había gozado toda su vida.<br />El payaso lo miró desconcertado. El muchacho se sorbió con fuerza la nariz y con la manga de su jersey arrastró lágrimas, mocos y miedo. A los pocos segundos, se atrevió de nuevo a abrir los ojos y a mirar de nuevo a aquel desconocido.<br />-Me prohibió salir de la casa y subirme al árbol del jardín. –dos corazones se partieron en aquel momento y una lágrima negra volvió a dibujarse sobre el talco blanco. –Pero no le hice caso. Yo sólo quería ser un pájaro. Volar lejos, alcanzar las nubes y las estrellas. <span style="font-weight: bold;">Quería cantar, extender mis alas y volar. </span><br />-Lo sé, pequeño –su mano vacilante se posó sobre su cabeza y le revolvió el pelo.<br />-Mamá se va a enfadar por desobedecerle –repitió el niño, asustado.<br />-No se va a enfadar.<br />-¿Me lo prometes? –el niño estrechó al muñeco con más fuerza contra su pecho, buscando en él el consuelo que necesitaba.<br />-Te lo prometo.<br />El niño volvió a mirarlo fijamente, con sus enormes ojos verdes.<br />-Tampoco quiero que llore –musitó, rindiéndose a la evidencia.<br />-Ella no está llorando.<br />-Pero lo hará. Lo sé.<br />El payaso volvió a incorporarse y tomó al niño de la mano. No dijeron nada mientras caminaron, cada uno sumido en sus propios pensamientos y sus culpas. Martín colgando de la mano libre del niño, rozando el suelo con el trapo que le servía de vestido. Los tres llegaron hasta una enorme puerta blanca con una aldaba dorada justo a la altura del niño. Éste miró atentamente el destello que arrancaba una luz extraña y antinatural de la pieza y luego miró a su acompañante, aún agarrado de su mano.<br />-¿Qué hay detrás?<br />-No lo sé –respondió encogiéndose de hombros. –Pero hay alguien que espera por ti.<br />-¿Alguien? –susurró el muchacho soltándose de la mano y llamando a la puerta.<br /><span style="font-weight: bold;">-Alguien que huele a tarta de manzana y canela. </span><br />La puerta se abrió con una lentitud casi pasmosa. El calor y un olor familiar invadió todos y cada uno de los sentidos del niño que, sin poder creérselo, volvió a empapar sus ojos. Conocía bien aquella cocina, aquellas cortinas, aquella sensación de paz y seguridad. La conocía, por eso se obligó a no confiar en lo que sus sentidos le estaban gritando.<br />No podía ser real.<br />-Antonio, si te quedas ahí se te va a enfriar –aquella voz…<br />-¿Abuela?<br />El niño dio un paso hacia delante y la puerta se cerró tras él. Y un único deseo pasó por la mente del payaso al mismo tiempo que la lágrima desaparecía de su rostro.<br /><span style="font-style: italic;">Ojalá todos fueran tan fáciles… </span>Leara Martellhttp://www.blogger.com/profile/16248136230436507291noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3433344415305603951.post-91722298147586633632009-09-24T05:17:00.001-07:002009-09-24T05:20:11.487-07:00Perdición<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU3GsxiyKliR50pzeodAZbexDeBoA95-mfr3Tb1U7rXIclLUkUMHHg5yaf1FnMK-1cWAJjLgQW9YgPhEFjL8YfaRbJYhaFCJWF_63Cicpzkxn6z5beMLu3MjCZRi6tOV4Tqwc6Ay_ZsHYl/s1600-h/sins.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 165px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU3GsxiyKliR50pzeodAZbexDeBoA95-mfr3Tb1U7rXIclLUkUMHHg5yaf1FnMK-1cWAJjLgQW9YgPhEFjL8YfaRbJYhaFCJWF_63Cicpzkxn6z5beMLu3MjCZRi6tOV4Tqwc6Ay_ZsHYl/s200/sins.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5385007172233332914" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;">Eres nuevo, <span style="font-style: italic;">¿verdad?</span><br />Bienvenido seas, pues, a <span style="font-weight: bold;">La Sombra Escarlata,</span> ciudad de perdición en la frontera entra la Locura y el Placer.<br />Que no te acobarde mi aspecto, no muerdo si no quieren.<br />Es deliciosa, ¿sabes? Tu alma. Puedo olerla desde aquí. Un manjar que será codiciado por cuantas bocas infestas y hambrientas encuentres en estas calles. Les atraerás y te arrebatarán esa Pureza e Inocencia tan monas, sentimientos que no abundan demasiado cruzada ésa línea y que quedan totalmente prohibidos en este tugurio.<br />A pesar de todo, lo creas o no, también tenemos nuestras cosas buenas, muy buenas. En un éxtasis tardío y duradero, jugarás con <span style="font-style: italic;">La Lujuria</span> y <span style="font-style: italic;">La Gula</span>. Te lo aseguro, no serán los únicos pecados que conozcas por aquí, pero sí los más divertidos. Trabarás una profunda amistad con la Ira y alzarás tu Orgullo hasta un punto apoteósico. Te olvidarás del Perdón y le rezarás a la Muerte para que cada día se olvide de ti.<br />¿Sigues dispuesto a cruzar la Línea hacia el Edén?<br />Prometo que no te va a doler. No demasiado.<br /></div>Leara Martellhttp://www.blogger.com/profile/16248136230436507291noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3433344415305603951.post-83257951259053474652009-09-20T13:05:00.000-07:002009-09-20T13:08:32.631-07:00El Espejo<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNcjmdEVwvkp6k6WOVcLLCqH8R2m9efpUm5A6K3SWzRl5PLDTWsUfnV8NEskmuvRGo8kUZq3LkBleOsYdoS61J4cLujHL3NlpVgFJIWbmVTaHHhYJDypJMp4s6lUsfGUtZPMXj4UXP1qMg/s1600-h/alicia.JPG"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 153px; height: 208px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNcjmdEVwvkp6k6WOVcLLCqH8R2m9efpUm5A6K3SWzRl5PLDTWsUfnV8NEskmuvRGo8kUZq3LkBleOsYdoS61J4cLujHL3NlpVgFJIWbmVTaHHhYJDypJMp4s6lUsfGUtZPMXj4UXP1qMg/s200/alicia.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5383643303524003890" border="0" /></a><br /><span style=";font-family:verdana;font-size:85%;" >Abre los ojos y dime qué ves. ¿Te reconoces? ¿No? Curioso, esa eres la verdadera tú. Anda, vuelve a mirar, pero esta vez hazlo bien.<br />La expresión de tu rostro no tiene precio.<br /><span style="font-weight: bold;">¿No dices nada?</span> No, ya suponía que no tendrías nada que decir.<br /><span style="font-weight: bold;">¿Cómo dices? ¿Culpa mía?</span> No querida, yo no soy más que tu mísero reflejo. La realidad alterna y falsa que hay tras el espejo. Sin vida, sin poder, sin decisión ni cuerpo etéreo al que pertenecer. Una imagen subyugada a ti y a tu insulsa corporeidad. Aburrida y cansada de no poder hacer nada. Aquí encerrada, asfixiándome, debilitándome y comenzando a desaparecer.<br />Entonces, como si de un favor divino se tratase, me doy cuenta de que mi propia inexistencia me permite tener fuerza y la excusa perfecta. Eso, sumado a tus problemas mentales, me invita a salir a jugar.<br />Yo soy tú, pero tú jamás podrás ser yo. Admítelo, desearías poder hacer lo que hago yo, sin remordimientos ni culpa alguna. Ser la Alicia que se come al conejo y mata a La Reina.<br />Ahora lávate las manos y cámbiate la ropa. <span style="font-weight: bold;">No queremos que nadie vea la sangre y comience a sospechar.</span></span>Leara Martellhttp://www.blogger.com/profile/16248136230436507291noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3433344415305603951.post-20953845500802582632009-09-17T02:56:00.000-07:002009-09-17T03:03:39.659-07:00No te atrevas a repetírmelo<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdtvMFUkjnmWeM8wDnsw4SONMS5hSY6w-weYv2u0BI4lTxtHoaBSex7rLKalQg9r61ZflFmJAl8J4zwWh82FgTHEi56oua-X8gCgnubjcx3ap7QfevK4pacg3eA1QftKb3J3EXoACM6x_3/s1600-h/decepcion.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 200px; height: 199px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdtvMFUkjnmWeM8wDnsw4SONMS5hSY6w-weYv2u0BI4lTxtHoaBSex7rLKalQg9r61ZflFmJAl8J4zwWh82FgTHEi56oua-X8gCgnubjcx3ap7QfevK4pacg3eA1QftKb3J3EXoACM6x_3/s200/decepcion.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5382374365834425826" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;font-family:verdana;"><span style="font-size:85%;">No te atrevas a repetirlo.<br />Deja de mirarme de esa manera.<br /></span><span style="font-style: italic;font-size:85%;" ><span style="font-weight: bold;">¿Acaso eres incapaz de ver lo equivocada que estás sobre mí? ¿Sobre todo?</span> </span><span style="font-size:85%;"><br />No quise darme cuenta antes, o quizás es que no me dejaste advertirlo desde un principio, pero mi dependencia hacia ti, me asfixia, me ahoga y me consume hasta el abismo. Es tu mirada de fascinación lo que me hiela el alma, mientras una y otra vez me pregunto qué demonios es lo que puedes querer de mí.<br /></span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;font-size:85%;" >¿Cómo eres capaz de envidiar la vida de un monstruo? </span><span style="font-size:85%;"><br />Sí, me has oído bien, un monstruo. No puedes negar que me idolatras sin saber apenas nada sobre mí; me anhelas junto a ti en cada incesante segundo de tu miserable existencia sin considerar el peligro que yo pueda resultarte; incluso, ahora que por fin he hallado el valor para sincerarme, has llegado a gritar mi nombre en sueños en un vano intento de hacerme acudir a ti… pero a pesar de todo, lo que curiosamente más me afecta es la expresión de tu rostro, tus ojos pardos buscando en mí el más mínimo punto de flaqueza por el cual puedas acceder a mi interior.<br /></span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;font-size:85%;" >¿No comprendes que de mí lo único que podrías llegar a obtener no es más que destrucción? ¡Tu propia destrucción! </span><span style="font-size:85%;"><br />Esta vez, a diferencia de otras tantas, no tengo la más mínima intención de mentirte. No es por ti, puedo asegurártelo, y aunque te suene a tópico, soy yo, dudo que mi propia naturaleza me permita amar a alguien. No te lo digo para herirte, sino más bien justo lo contrario, prefiero que conozcas la verdad ahora y no cuando ya sea demasiado tarde. Este tiempo me ha permitido conocerte un poco mejor, y creo que ya conozco como piensas y actúas. Olvídame, no es una orden sino un consejo, aléjate de mí antes de que sea demasiado tarde y ya no puedas volver atrás.<br /></span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;font-size:85%;" >¿Por qué sigues empeñada en el dolor? </span><span style="font-size:85%;"><br />El dolor que siento al hundirme en tu mirada y al darme cuenta que soy incapaz de darte todo y cuanto mereces, todo cuanto ansías de mí. El dolor que puedo adivinar en tu roce y en tus tristes palabras. Te lo advertí, te dije que llegaría este día, ¿y tú me hiciste caso? ¿Para qué? Te avisé sobre esas palabras, sobre la repercusión que tendrían, pero tú hiciste caso omiso de mis consejos, y mírate ahora…<br /></span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;font-size:85%;" >¿Dónde está la pequeña niña del principio? </span><span style="font-size:85%;"><br />La perdiste y ya jamás volverás a recuperarla, ya nunca más volverás a ser la de antes. Todo es culpa de esa maldita frase, su sonido aún me hiere, tu voz susurrándomela una y otra vez… </span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;font-size:85%;" >“Te amo” </span><span style="font-size:85%;"><br />Por favor, no te atrevas a repetírmelo.</span></div>Leara Martellhttp://www.blogger.com/profile/16248136230436507291noreply@blogger.com6